Mashiko es una ciudad situada situada a una hora y media y al norte de Tokio, de aproximadamente 25 000 habitantes, donde hoy mas del 60% produce cerámica. Esta actividad, tradicional en la población debido a la excelente calidad de sus arcillas, queda fuertemente influida por la llegada en 1930 de Shoji Hamada, padre de la cerámica contemporánea. Hamada va a instalarse alli construyendo un impresionante horno noborigama. La presencia de Hamada es decir de un Ningen Kokuho (Tesoro Nacional Viviente) marca definitivamente tanto el estilo como las técnicas de elaboración, expresadas principalmente en los esmaltes de cenizas de maderas y de cáscara de arroz, que producen los característicos tonos blancos sucios, caquis y negros. Hoy en Mashiko, con más de 400 talleres y hornos, se puede visitar como museo la casa- taller de Hamada que conserva más de 30 piezas del genial artista.
Aunque la población no sufrió las consecuencias devastadoras del tsunami, sí las del terremoto. Los hornos noborigama de 7 cámaras, clásicos en la cocción de material en esta ciudad, así como la obra terminada e instalaciones de los dos museos de cerámica, han quedado gravemente dañados. No así las instalaciones y los talleres cerámicos más modernos que se edificaron cumpliendo las normativas antiterremoto que rigen hoy en Japón.
Desde la Escuela de Cerámica de Madrid y, especialmente en nuestro Centenario, nos queremos solidarizar con todo el pueblo japonés pero muy especialmente con esta población. Por eso y a través de nuestra alumna de la ecm* Cheko Tado queremos hacer llegar al presidente de la asociación de ceramistas de Mashiko nuestra solidaridad.
Dado que desde la ecm* se están coordinando dentro de las actividades del centenario y durante el mes de Mayo, las jornadas “JAPÓN EN EL CENTENARIO” donde se realizarán cocciones de rakú, una ceremonia de té* y un workshop de ikebana*, os haremos entonces solicitud de una firma simbólica de solidaridad con esta población tan ligada con nosotros.
