jueves, 22 de diciembre de 2011

Exposición de María Jesus Recio y Antonio San Juan

Durante el acto de clausura del Centenario de las Escuelas de Cerámica de Madrid, quedó inaugurada la  nueva  Sala de Exposiciones de la Escuela de Cerámica de La Moncloa. Y para ello se contó con la magnifica exposición de cerámica de María  Jesus Recio y Antonio San Juan. Esta exposición rinde homenaje a la obra de estos dos artistas, que han sabido dejar una profunda huella a sus compañeros, discípulos y alumnos.


Antonio San Juan escribe dos preciosos  textos , uno dedicado a su mujer María Jesus, fallecida hace ya algunos años  y el otro personal, que transcribimos.


LA OBRA DE MARIA JESUS
La obra de María Jesús es una obra limpia. 
Clara.
Es una obra evidente.
No tiene secretos
No tiene rincones extraños.
Es una obra abierta con el torno como protagonista.
En algunos momentos del trabajo de María Jesús, es tal el grado de empatía entre ambos, que no se sabe muy bien quien dirige a quien, si es el torno quien dicta las formas a María Jesús, o es María Jesús quien las inventa.
O ambas cosas a la vez.
María Jesús pensaba que el torno era una herramienta viva con interminables posibilidades creativas.
María Jesús nunca se salió del torno. La primera etapa de su obra se corresponde con la vasija pura.
Más tarde va introduciendo algunas novedades que la llevan a su última etapa, es decir a la escultura.
En esta etapa María Jesús quiere hacer escultura, pero escultura en simetría, sin deformaciones, sin salirse del torno como corresponde a la naturaleza de esta herramienta en revolución.
María Jesús trabaja la cerámica sin esperar nada a cambio.
Todo parece crecer sin esfuerzo, con naturalidad.
Pero detrás de todo esto hay un gran compromiso con su manera de entender el arte en la cerámica y el arte en general.
Nombres con resonancia recorren su obra:
Medea:
Personaje de la tragedia griega, que no solamente admiraba como consecuencia de la lectura de la tragedia griega de Eurípides, sino también de ver la película “Medea “ de Pier Paolo Pasolini , sobre el mito de Medea, interpretada por María Callas como actriz.
Antonio San Juan


   Antonio Gala decía que su madre se vestía del color del árbol del eucalipto.

   En mis trabajos de cerámica de torno y de escultura en arcilla siempre dejaba que, del mismo modo que hacía la madre de Antonio Gala, que tanto unas, como otra , en nombre de su “autonomía” elijieran sus " vestidos" sus "ropajes" sus colores, las imágenes sugeridas, sus aromas, sus ecos o resonancias sonoras.
   Al igual que el petirrojo, que se visita el jardín de mi casa, huyendo de los fríos extremos del invierno del Norte, luce su plumaje rojizo que exhibe en su pecho.
   De igual manera que en la obra de María Jesús, mi compañera, con quien yo compartía tantas cosas, mis trabajos también tenían nombre y apellidos_ 
   Las vasijas se llaman los “Senos de Bilitis”, del libro de poemas de Pierre Louÿs,” Las Canciones de Bilitis”:
La copa
   “Al verme Likas , vestida simplemente con una brevísima túnica, pues el calor era asfixiante, ha querido modelar mis senos, que quedaban al descubierto,
Has cogido arcilla fina y agua y la ha amasado………………………”.
  “Capadocios”, de la Capadocia turca, se llaman las esculturas
   Se llaman, desde la primera hasta la última:
Capadocio uno.
Capadocio dos.
Capadocio tres........ .
   Ignacio Gonzales, amigo mio, arquitecto, ya fallecido, cuando conoció La Capadocia, me la “presentó”, lleno de emoción.
   Yo nunca visité La Capadocia, pero si, me la contaron. 
Antonio San Juan


María Jesus Recio
Antonio San Juan
Antonio San Juan